Carlos Sierra

Carlos Sierra
Lieres, 1943

Carlos Sierra, de formación autodidacta, en 1962, con 19 años, decide que sólo será pintor y deja su trabajo en una agencia de publicidad para viajar a París, donde visitó a Orlando Pelayo y a otros pintores.

En la capital francesa descubre a los impresionistas y pasa largas temporadas ganandose la vida pintando retratos a los turistas norteamericanos en Montmatré.

Carlos Sierra en su estudio. Fotografía de Carmen Santos

Carlos Sierra en su estudio. Fotografía de Carmen Santos

En 1964 obtuvo la medalla de oro en dibujo del IV Certamen Nacional de Arte Juvenil celebrado en Barcelona. Aprovecha la entrega de premios para visitar museos y galerías así como para realizar dibujos de los ambientes nocturnos de la ciudad. En Barcelona descubre a los pintores Isidro Nonell y Ramón Casas.

En 1970 se traslada a vivir a Ibiza entablando amistad con su paisano Eduardo Úrculo que también residía en la isla. En Ibiza comienza a cultivar la filosofía oriental como forma de vida y el realismo mágico en su pintura, retratando las cosas humildes que le rodean.

En 1975 deja Ibiza para establecerse definitivamente en Oviedo. Al año siguiente expone en la galería Tassili con gran elogio de los críticos Jesús Villa Pastur y Luciano Castañón. En 1979 participó en la I Bienal de Arte Ciudad de Oviedo donde continuó las tres ediciones posteriores y en 1992.

En 1985 participó con dos obras en la exposición colectiva titulada “…Y en el principio fué la manzana” celebrada en el pabellón de la Caja de Asturias en la XXIX Feria de Muestras de Asturias con obras de Telesforo Cuevas, Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Paulino Vicente, Antonio Suárez, Eduardo Úrculoulo o Manuel García Linares. Uno de los óleos presentados por Carlos Sierra de un manzano en otoño se encuentra actualmente en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

De escasas apariciones públicas, las pocas exposiciones individuales fueron en los años 70 por lo que el homenaje que le rindió en 1987 Certamen Nacional de Pintura de Luarca presentando una gran exposición antológica fue todo un acontecimiento en el mundo artístico asturiano.

En 1990 participó en la Feria de Colonia con la galería Ynguanzo de Madrid con cuatro obras que fueron adquiridas por colecciones privadas.

En 1997, diez años después de la muestra de Luarca, el Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo realizó una gran antológica titulada “La realidad iluminada” que reunió unos setenta cuadros pintados desde 1970, muchos de ellos nunca mostrados antes.

Retrató a varios personajes relevantes, entre otros por encargo de la Universidad de Oviedo los de los rectores Santiago Gascón y Alberto Marcos Vallaure.

Antonio Masip, en su libro «Desde mi ventana» lo considera uno de los más grandes pintores asturianos de todos los tiempos.


Bibliografía:
Artístas Asturianos. Hercules Astur de Ediciones, S.A.
Cien Años de Pintura en Asturias, Ángel Antonio Rodriguez.