museo-bellas-piñole

Visitantes junto a las obras de Nicanor Piñole

 

Aproveché el viernes festivo para visitar el Museo de Bellas Artes de Asturias, que inauguró su ampliación hace unos días. Es una obra impecable del arquitecto Patxi Mangado que visibiliza y dignifica, en un espacio amplio y luminoso, un museo que desde hace años se encuentra entre los grandes de nuestro país.

Muchos no entendíamos cómo miles de asturianos hacían cola en sus vacaciones en museos de otras ciudades sin haber visitado nunca nuestro Museo. Este hecho anecdótico parece que tiene sus días contados: la visibilidad y protagonismo que le otorga la nueva ubicación ha hecho que muchos asturianos y visitantes se animaran a entrar estos días. El Museo de Bellas Artes ha dejado de ser ese lugar escondido que muy pocos disfrutábamos para convertirse un lugar más accesible que muchos asturianos y visitantes incorporarán a su programación de ocio cultural. En una mañana he visto en el museo más gente que sumando la que me encontré todas las veces que había ido previamente.

Pero como casi todo lo que ocurre en Asturias, quizás por nuestro cielo gris y plomizo, hay quien sólo ha querido ver cosas negativas. Que si las nuevas instalaciones y el antiguo Palacio de Velarde -que sigue acogiendo la colección de arte del siglo XVI al XIX- aún no están comunicadas, que si no está representado algún artista…

Cada artista, cada aficionado al arte, tiene en mente una selección propia de obras para una muestra inaugural. De artistas, épocas o estilos a las que daría más o menos representación. Yo tengo la mía, por supuesto: me encantaría que de Orlando Pelayo se mostrara más de una obra, incluso con sala propia por la influencia que tuvo en la renovación del arte asturiano. Pero al final siempre hay que seguir un criterio y acomodarse a los límites marcados por los 3.500 nuevos metros cuadrados.

Dejando de lado nuestras filias y fobias personales, el criterio seguido es lógico y correcto para mostrar una visión de lo que ha sido el arte asturiano desde principios del siglo XX a la actualidad, junto a los grandes maestros españoles.

Las nuevas instalaciones son un lujo para Asturias y colocan al Bellas Artes al nivel de los grandes museos en cuanto a equipamiento, puesto que ya lo era por su colección. Unas instalaciones que van a permitir en exposición permanente y en rotación mostrar una gran colección de obras, algunas de ellas maestras, desde el siglo XVI al XXI.

La ampliación consta de cuatro plantas:

Nada más acceder al museo nos encontramos con la “Alegoría de Asturias” de Andrés Vidau, en una planta que acoge pintura y escultura española de principios del siglo XX, con obras de Sorolla, Romero de Torres, Zuloaga, Darío de Regoyos, Ramón Casas, Joaquín Mir o Anglada-Camarasa.

La planta -1, o “Espacio Navascués”, dedicada al pintor y escultor José María Navascués y a las exposiciones temporales. Acoge también el tríptico de José Ramón Zaragoza, visible desde todas las plantas.

Planta 1. Comienza con la generación post-impresionista que renovó la pintura asturiana a comienzos del siglo XX: Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Paulino Vicente o Joaquín Vaquero Palacios. Incluye dos salas monográficas, dedicadas a Aurelio Suárez y a Luis Fernández. Culmina con una selección del denominado arte nuevo y de vanguardia español, con obras de Picasso, Miró, Dali, María Blanchard, José Caballero o Solana.

Planta 2. Acoge a la generación de artistas asturianos que, tras la Guerra Civil y el paréntesis que significó la década de 1940, trataron de conectar la pintura y la escultura asturiana con las corrientes renovadoras que empezaban a consolidarse en el resto de España. Con Orlando Pelayo desde su exilio en París, o Joaquín Rubio Camín, Alejandro Mieres y Paulino Vicente el Mozo desde Asturias. La evolución del arte en Asturias en los años 60 y 70 con Jaime Herrero, Eduardo Úrculo, Carlos Sierra, Bernardo Sanjurjo… El arte de los 80 con Pelayo Ortega, Melquiades Álvarez o Ricardo Mojardín, entre otros. Se completa con obras de artistas clave en la configuración del arte español de la segunda mitad del siglo XX.

En total, una selección de 208 obras de los fondos del museo que van desde principios del siglo XX al siglo XXI.

Es el momento de felicitarnos de que, por fin, la ampliación del Bellas Artes sea una realidad y que cada vez más gente pueda disfrutar de él.

Pablo García Pando
www.pintoresasturianos.com

 

 

¿Te parece útil esta información?
Suscríbete a las novedades
Suscríbete a nuestra lista y recibirás en tu correo todas las novedades que se publiquen en pintoresasturianos.com